En una pequeña casa,
al final del callejón se escuchó un fuerte llanto de bebe.
Eran las cinco de
la mañana, siempre tan madrugador, y Rino el segundo hijo de la Familia Merci, había
llegado al mundo con grandes planes para él.
Fueron años muy
difíciles para los italianos y para la familia Merci, pues tenían una vocación
de paz y de ayuda a sus semejantes, por lo que el trabajo y el peligro se
multiplico para ellos.
Y así el joven italiano entró al Seminario de los Pavonianos, una orden religiosa dedicada al apoyo de
los niños y jóvenes más desprotegidos.
Ludovico Pavoni, su
fundador, renuncia a “los beneficios” de la carrera eclesiástica” y establece
en 1814, El Oratorio de San Luis Gonzaga, que fue creado para evangelizar a los
niños y jóvenes, pero posteriormente se da cuenta de que no es suficiente y
crea en 1821 El Instituto San Bernabé, una “Escuela de oficios”, donde los
muchachos aprenden una forma de conocer a Dios y ganarse la vida.
En 1847 para
garantizar la continuidad de la obra, Pavoni funda La Congregación de Los Hijos
de María Inmaculada, que agrupa a sacerdotes, religiosos y laicos, dedicados al
cuidado de los jóvenes.
En esta Orden es
donde posteriormente ingresa Rino Merci.
Después de varios
años de sacerdocio, Rino es llamado por su superior, quien le indica que viaja
a México, para fundar dos albergues para jóvenes.
La familia del
Padre Rino, no tenía una idea clara de donde estaba México, solo sabían que era
lejano y que serían pocas las veces que podrían abrazar y estrechar al Padre
Rino.
En el año de 1999,
El Padre Rino Merci llega a Atotonilco El Alto Jalisco, y después de
entrevistarse con El Obispo, se asienta en una Parroquia y funda su albergue.
Existen otros pocos
que no tienen a nadie en el mundo, y que están permanentemente con El Padre
Rino. Actualmente son veintinueve, los niños y jóvenes que cuida, alimenta,
educa y evangeliza El Padre y la verdad no es fácil, porque él es el
responsable de allegarse los recursos materiales para mantenerlos, los recursos
pedagógicos para educarlos, de buscar gente buena y dispuesta que le ayude en
la Evangelización, pero quizá lo más difícil, lo que más trabajo le cuesta al
Padre, es encontrar la forma de decirle
a esos niños, golpeados, abandonados, en extrema pobreza, abusados, olvidados,
desechados por la sociedad…
¡Que Dios los Ama… y que eso es cierto!
Pero si el mundo se
les volvió en contra, si nosotros los hemos olvidado, El Padre Rino con su
firme dulzura, con el amor a Dios, que transpira por los poros, y ese cuidado
paternal que les brinda, logra convencer a la mayoría, que Dios los ama, y que,
aunque en la vida les toco el camino más difícil, Dios los ama y tiene planes
maravillosos para cada uno de ellos.
El Padre Rino se
levanta a las cinco de la madrugada cada día para prepararles el desayuno y
hacerles un lunch que se llevan a la escuela, va a dejar a los más pequeños y
los grandes le ayudan con los medianos. Comen juntos, y en la tarde les da la
catequesis, por las noches les da la cena y los arropa a cada uno.
Afortunadamente El
Padre cuenta con una Doctora disponible las veinticuatro horas, con varias
personas, (te quiero Maestra eres mi heroína), que lo apoyan y así
delicadamente como es Él, Jesús va tejiendo una red de solidaridad para ayudar
a los chiquillos y también, aunque a veces no se dan cuenta, a los solidarios.
En este tipo de
apostolados lo más difícil es conservar el aliento, el optimismo, porque
después de una semana de avances, donde los chiquitos se van bien a sus casas,
regresan el lunes, otra vez mal, pues vuelven a su medio, que muchas veces, está
lleno de drogas, violencia, indiferencia, familias disfuncionales, abusos, ¿qué
se yo?
Y nuevamente hay
que volver a empezar a abrigar cuerpos y reparar corazones, pero el Padre Rino
es el Superman del Aliento, del optimismo, de la alegría, del esfuerzo diario, y
de la valentía.
Si, alguna vez, El
Padre Rino, se ha desalentado… Solo Jesús y él lo saben.
Milton, Cesar,
Nachito, Carlitos y Juanpis, son 5 niños sin familia, El Padre los tiene todo
el tiempo, aunque en vacaciones, busca que familia generosa se los lleve.
El Padre Rino
comenta que sus 5 chiquillos, SI tienen familia, claro que la tienen…
Jesús, José y María, siempre están con ellos. ¿Alguien
tiene una mejor?
REFLEXIÓN
Los Pavonianos
tienen otro albergue de niños, en Lagos de Moreno, La Madre Manuela hace una
labor similar en la Martinica, y también está La ciudad del Niño Don Bosco,
aquí en León,…
A tu lado, muy
cerca de ti y de mí, existen seres hermosos a los que la vida ha golpeado, abro
mis ojos, abre tus ojos y ve hacia ellos, ayúdalos a entender que es cierto:
¡Que Dios los Ama!
Autor:
Guillermo Alvarado Vega
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