Por una razón desconocida, en el mes
de Diciembre, la gente “intentamos” ser más buenos, compartir más con los
demás, comprar despensas, dar más monedas, se lleva a cabo el teletón,
regalamos cobijas… Posiblemente El Nacimiento del Dios del Amor, nos motiva a
dar Amor.

Los alumnos del primer año del Colegio
Hispano Americano de León iniciaron una colecta para juntar dinero y comprar
despensas para las personas “más pobres”.
Verónica con tan solo 6 añitos realizo
su “boteada” con amigos y familiares y con su carita triste descubrió que su
bote seguía <medio vacío>, volteo a ver a su mama, quien sonriendo le
dijo.
¡No te preocupes! Vamos al Parque de
Panorama y ahí llena
ras tu bote!
Tomo a sus 2 niñas, Verónica y María
de 3 Años, y llegaron al lugar, donde muchos hacían ejercicio, otros pasaban y
varias familias convivían.
Comenzaron a pedirle a todos los que
por ahí pasaban y la gran mayoría
sonreían al ver a las pequeñas y cooperaban gustosos Pasadas las 6 de la tarde
el bote estaba lleno, al igual que el corazón de las niñas. Caminaban rumbo a
la camioneta, cuando Vero vio venir a un muchacho y corrió para pedirle. Ema
noto que estaba sucio y desaliñado, Ema apresuro el paso, para cuidar a su
niña, pero se dio cuenta, de que era una persona amable y que cooperaba sonriente.
Y cuando le agradecían su aportación,
Ema vio que su brazo derecho estaba herido y todo ensangrentado…. ¿Señor qué le paso dijo Ema toda
angustiada?
Ay Señora… Fíjese que yo trabajo de
albañil en la obra que se está haciendo en Plaza Mayor y tuve un accidente.¿Y porque no lo atendieron sus
patrones?Híjole Señora, para que le cuento, la
verdad ni caso me hicieron, y para mí, mis manos son mi instrumento de trabajo
y necesito no dejar de trabajar, porque yo vivo al día.… Así que ando buscando La Médica
Campestre… ¿Queda muy lejos?, ¿Es por aquí?
Ema solo se llenó de coraje y le dijo…
¡No es justo! ¡Su empresa debía de apoyarlo! Sabe que, venga con nosotras… ¡Yo lo
llevo!
Y Ema acepto llevar en su camioneta, con
sus dos pequeñas hijas, ya oscuro, con la inseguridad de nuestros tiempos y con
toda la fragilidad que esto implica…
A un desconocido, fuerte, sucio y herido.
Llegaron a un sanatorio, bueno, pero más
económico, Ema lo apoyo con lo que pudo y sus
hijas y ella recibieron a cambio un billete de $ 20. En el bote de
verónica, un cálido apretón de manos, un sincero ¡gracias!... Y la mejor de las
sonrisas…
Cuando la traviesa Vero nos contó toda
emocionada lo que había pasado, los amigos de Ema le preguntamos.
Pero Ema… ¿Por qué lo hiciste?
¡Expusiste a tus hijas y a ti misma!
¿No te das cuenta la inseguridad y los
peligros que estamos viviendo?
¿No te dio miedo?
Ella se rio y nos dijo.
¡Tenía tanto coraje de que su empresa
no lo hubiera apoyado! Qué No
Pero ya cuando íbamos en la camioneta,
si lo pensé y si me dio “sustito”.
Pero luego pensé que eso es lo que tenía
que hacer, me encomendé al Espíritu Santo y a La Virgen de Guadalupe… Y las
niñas y yo nos fuimos platicando con él.
Nos contó su historia, una vida
difícil donde las carencias económicas le impidieron estudiar más allá de la
primaria, un embarazo no deseado, la responsabilidad de tener un hijo y hacer
frente muy joven al compromiso de mantener una familia… Pero un hombre bueno y
trabajador… Y un hijo, de 6 años, que lo motivo a cooperar con la pequeña
Verónica.
REFLEXIÓN:
Me da tanta pena… Cuando convivo con
personas como Emma, y me doy cuenta de que yo me la pienso dos veces antes de ayudar.
Que siempre sopeso mi seguridad, mi
economía, mi prisa y si puedo y es
seguro y tengo tiempo… Ayudo.
¡Qué envidia de la buena!... Ser como
Ema, ayudar por Amor a dios y nuestros semejantes.
Tener la fe que nos haga saber que
Dios nos ama, nos protege y que cuando nos damos al más pequeño de nuestros
hermanos… Jesús sonríe y nos cuida.
Ojala esta Navidad El Dios del Amor me
ayude a Amar… Simplemente Amar.
AUTOR:
GUILLERMO ALVARADO VEGA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario