Es
importante para el contexto de este cuento, mencionar que en sus visitas al
Sagrario, para platicar con El Dios Sacramentado, “había aprendido” a quedarse
en silencio, y al callar, había empezado
a escuchar La Voz de Jesus.
Este
Sábado Santo, despertó temprano, se vistió con ropa deportiva y salió a
caminar, llegando a una pequeña colina, desde donde podía verse la ciudad y ese
bello amanecer, manchado de mil colores que le regalaba Su creador.
Se
sentó con la espalda recargada en un árbol y dijo: Hola Señor, buenos días…
¡Que
emotivo estuvo ayer el rezo del Viacrucis!
Jesús
Contesto:
Sí que
bueno que vinieron tantos de la Familia… Me sentí muy acompañado.
Dijo
el Hombre: Oye Señor, fíjate que hasta hace muy poco, yo pensaba que Tú me
habías conocido, a partir del día en que mi Mamá y mi Papa me engendraron.
Jesús:
No
Hijo… Tú has estado presente en la mente de Nosotros Tres, desde
el principio de los tiempos. Y cuando decidimos llevar a cabo La Creación, tú
ya estabas en Nuestra Mente… Conocíamos tu nombre y lo pronunciábamos… Y te
amábamos desde entonces.
¿Por
qué?
Pregunto
El hombre:
Tú
eres Dios… Ustedes son Dios… Yo no soy importante… Soy uno más…
Le
dijo Jesús:
Tú eres
muy importante para La Trinidad, Papa no
te creo como un racimo de uvas, Te creo
como una piedra preciosa única e irrepetible, te creo
a través de Mí y fue El Espíritu Santo, Él que soplo sobre ti para darte vida.
Y desde
ese día te cuida y derrama gracias y dones sobre ti…
Él
sigue continuamente derramando dones sobre ti, esperando que te quites la
sombrilla, el impermeable y permitas nuevamente que sus dones te empapen.
¿Y
cómo me quito el impermeable? preguntó:
Hazte
consiente de lo que te hace daño, déjalo ir, arrepiéntete, ve a la
reconciliación y… Listo.
El
hombre continuaba con esa cara de incertidumbre cuando pregunto:
¿Pero
los hombres de todos los tiempos son miles de millones?…
Y
la mayoría mucho mejores que yo… ¿Cómo puedes amarme y cuidarme? …
Especialmente a mí.
Jesús
sonrió y movió la cabeza:
Nosotros
Tres Somos Dios y tenemos la capacidad y el poder de amarlos a cada uno de
ustedes, personal e individualmente…
Los
creamos y los acompañamos en cada instante de su vida, a cada uno de ustedes…
¡Podemos hacerlo!
Y
Jesús soltó una carcajada llena de comprensión.
El
hombre se emocionó y dijo: Oye Señor eso es maravilloso…
Saber
que yo soy importante para Ti… Para Ustedes Tres.
El
Señor se puso serio y le dijo:
Y
entonces pequeño, ¡Por qué muchas veces no eres importante, para ti mismo?
¿Cómo?
Sí
dijo Jesús:
Cuando
piensas que no vales nada… Cuando te sientes solo…
Cuando
humillas y denigras tu cuerpo, Templo del Espíritu Santo…
Cuando
le crees a las personas que te dicen que eres tonto, que eres malo, que eres
feo, que no haces nada bien… Cuando
te rebajas a criticar, a lastimar, a olvidar a otros… ¡Cuando
“vives” como si no tuvieras Dios!
Ay Papa… Perdón, me equivoque quise decir… Jesús.
Entonces
El Hijo de Dios lo abrazo y sonriendo le dijo:
Dijo
el hombre:
¡Eso
siempre se me ha hecho complicado entenderlo!
Sí lo
sé dijo Jesús… Pero me estabas diciendo…
Si
te decía que me duele ser tan tonto y olvidarme de que me amas, actuar como si
tú no estuvieras presente
Cuento 76
Olvidar
que estás conmigo todos los días de mi vida y que eso me impulsa a “ser bueno”
y aspirar a todo… a lograr todo… ¡Porque Jesús en Ti!… ¡Todo lo puedo!
Le
dijo Jesús:
Claro,
así es, y me hace feliz que lo entiendas… Y que lo aceptes.
Oye
Espíritu Santo… Dijo el hombre, ahora bromeando con llamarlo con cualquiera de
sus Tres Nombres…
¿Y
entonces, cuando Adán pecó?... ¿Cuándo todos pecamos?...
Ustedes
pusieron en acción el “Plan B”…
Te
encarnaste en Hombre y te lanzaste a salvar al mundo,,,
Jesús
con esa Su mirada llena de ternura le dijo:
No… No
es así… El Dios Trino no tiene planes “B”…
Yo Soy Jesús… El Plan A, El único plan que existe…
Desde
el principio estaba planeado así…
Ustedes
fueron creados a partir de la relación de Amor que existe entre El Padre, El
Hijo y El Espíritu Santo, después sabíamos que se alejarían y que Yo vendría a
redimirlos…
Viviría
la pasión, moriría, para luego Resucitar lleno de Gloria y ascender a los
cielos, sentarme a la Diestra de Mi Padre, llevándolos a todos ustedes conmigo.
¿Cómo?
Señor no entiendo…
Tú
ascendiste a los cielos 40 días después de tu Resurrección…
¿En
ese momento nos presentaste ante El Padre?
Sí claro dijo Jesús…
Recuerda
que esa es la causa principal de mi Redención…
Regresar
a Mi Padre a todos los que se habían perdido…
Por eso
cuando regrese al cielo, lo hice Encarnado, es decir con mi cuerpo humano, que
hoy y para siempre está y estará, a la
derecha del Padre.
Y a través del Espíritu
Santo, le presente a Papa, a ti y a todas los nombres de todos los hombres que
había rescatado… Y Él los recibió a todos y desde ese momento…
Tú y todos se
convirtieron en… “Hijos Adoptivos de Dios”… ¡Para siempre!
Perdón
Señor, dijo el hombre…
¿Quieres
decir que “mi nombre” ya fue presentado al Padre?
Y
con cara de orgullo y satisfacción Jesús dijo:
Sí…Con
mi pasión, muerte y resurrección, borre tus pecados, así que el paso siguiente
era presentarte ante Papa.
Moviendo
la cabeza dijo el hombre:
Pero
si una de esos hombres, yo por ejemplo, una vez ya rescatado, sigue pecando… y
no me arrepiento… ¿Qué pasa?
Ese es
el gran misterio de “la Libertad”
Te lo
explico con un ejemplo, dijo Jesús:
“Un
Padre, compra una casa hermosa, para sus 7 hijos…
Y en
ella tiene todo lo necesario para que ellos vivan felices por siempre…
Pero se
da el caso, de que uno de ellos, no quiere entrar y decide libremente quedarse
a vivir en los peligros de la calle.
Entonces
el Padre que lo ama, que tiene una recamara esperándolo con “su nombre” lo
llamara continuamente…
Algunas
veces lo hará a través de su voz, otras veces por medio de mensajeros, hasta
que, ante los continuos rechazos de este, termine por enviar por él, a su Hijo
mismo…
Y si
aun así, este “hijo desobediente” no quiere entrar… Terminará muriendo… Aun cuando en la casa, su
nombre este escrito.
El
hombre, muy serio y sin mirar a Jesús le dice.
¿Por
qué respetas tanto nuestra libertad? ¿Por qué no mejor nos obligas a entrar?
El Amor
sin libertad no es Amor… Y Nosotros los amamos…
Verdaderamente
los amamos… Infinitamente los amamos.
Es
hermoso lo que me dices… Y en ese momento, el hombre recostó su cabeza en las
piernas de Jesús, quien con sus manos empezó a acariciar su cabello.
En
esa “comunión” el hombre dijo: No puedo entender tanto amor, no me cabe en la
cabeza. Jesús volvió a sonreír y con infinita ternura le dijo:
Ni lo
intentes hijo, a Dios no hay que entenderlo… Solo ámame y acéptame.
¿Sabes?...
Muchos hombres para “calcular” el tamaño
de Mi Amor, piensan en la persona más buena, más amorosa que conocen y
multiplican su amor por un millón y creen que: Así es mi amor…
¡Y ni
siquiera se acercan!... Mi amor es Más… Nuestro amor es Más.
Jesus
le dijo, acariciando su cabello, ahora claramente visibles las cicatrices en
las muñecas de sus manos…
Cree en
Mí, y también… Créeme a Mí…
Si tú
confías en Mí y me dejas actuar, y te abandonas en Mí… ¡Todo estará bien!
Gracias
Jesús, dijo el hombre… Tu voz guía mi corazón.
Antes
de que te vayas, quiero pedirte que nunca olvides… ¡Cuánto te Amo ¡
Y
pequeño amado mío, para que a partir de hoy…
Vivas
feliz, sabiendo que tienes un Dios, que no solo te creo…
Para
que nunca olvides que vine para darte Vida… Y Vida en Abundancia.
Señor… De rodillas
ante Ti, solo puedo decirte… Te Amo.
Sonriendo nuevamente,
Jesús le dijo: Eso es suficiente
Hijo…
Yo también Te amo… Anda ve a vivir… Y no
peques más.
Autor: Guillermo
Alvarado Vega
No hay comentarios.:
Publicar un comentario