jueves, 2 de marzo de 2017

¿Y que no estoy Yo aquí que soy Tu Madre?


Silvia y su familia decidieron ir a pasar La Navidad con sus familiares en El Estado de Michoacán. 
Compraron regalos para los abuelos, se subieron a la Suburban de Papa y felices y cantando, emprendieron el camino muy de madrugada para tener más tiempo de convivir con la familia, ya que tenían más de un año sin verlos y esperaban volver a sentir el abrazo cálido de la abuela y los consejos sabios de Don Pedro. Además aprovecharían para convivir con tíos, sobrinos y primos a los que solo veían muy pocas veces al año.

En la camioneta iban Papa Enrique al mando, Mama Elsa que había preparado unas ricas tortas para el camino, Silvia de 23 años, estudiante de Nutrición, Teresa de 19 años, coqueta y alegre y por último, Fernando que a sus 17 años se sentía el apoyo de papa y el hombre fuerte de la familia... Aunque en realidad, era el consentido de todos.
La música y la levantada tan temprano, hicieron que uno a uno se fueran acurrucando en su asiento y se quedaran dormidos, de repente y de forma imprevista, Enrique freno bruscamente y les grito a todos que despertaran, porque saliendo de una curva había una camioneta cerrando el paso con 6 tipos armados con metralletas; al intentar retroceder otra camioneta les bloqueo la salida y de ella descendieron otros hombres, también armados que obligaron a Enrique a moverse hacia el asiento trasero, siendo sustituido en el volante por uno de los criminales. Las 3 camionetas se metieron por un camino de terracería casi imperceptible desde la carretera,  avanzaron 3 kms. y se detuvieron en un claro del bosque.
A punta de golpes y maldiciones bajaron a la familia y los amarraron de pies y manos aventándolos junto al camino; estos desgraciados les quitaron las carteras, relojes, celulares y alhajas; Después abrieron la cajuela de la camioneta y empezaron a bajar las maletas y los regalos, mientras entre carcajadas y burlas describían de qué manera iban a violar a las mujeres y cómo iban a matarlos a todos. 
Silvia no resistió más y comenzó a gritarles e insultarlos, entonces su mama le pidió que se callara y que como ella, le rezara a La Virgen. ¡De pronto algo paso!.
Los criminales se callaron súbitamente, se vieron entre ellos, aventaron los regalos que tenían en las manos, se subieron a las 3 camionetas y se marcharon a toda prisa.
La Familia se quedó quieta y en silencio, pasados unos minutos, Fernando y Enrique intentaron desatarse y después de muchos esfuerzos, Enrique lo logró y desato a toda la familia, desconcertados todos, miraban a su alrededor sin saber que había pasado…
Pensaban que tal vez un helicóptero o un camión del ejército había aparecido y que había espantado a estos tipos, pero no, la ayuda vino de otro lado...
Elsa recogió del suelo una imagen de La Virgen de Guadalupe que llevaban de regalo para la Abuela.

La mirada de una Madre defendiendo a sus hijos, derrumba a cualquiera, e incluso hasta estos desalmados, que al ver y sentir la presencia de La Guadalupana decidieron huir y dejarlos con vida. 
Algo les dijo La Madre del Verdadero Dios por el que se vive, que estos tipos huyeron espantados y no llevaron a cabo sus planes con la familia de Silvia.
Caminaron muy juntos hasta la carretera, donde muy rápido fueron auxiliados y llevados con las autoridades del lugar, quienes les expresaron su sorpresa porque aun estuvieran vivos, pues les comentaron que en la mayoría de los casos violaban a las mujeres y los mataban a todos. Que no entendían porque los habían dejado vivos. Silvia y su familia si lo saben.


* Antes de que su prima Isabel le pidiera a La Virgen María que la ayudara en su parto, Nuestra Madre ya se encaminaba a ayudarla.
* Antes de que San Juan Diego le dijera a La Morenita, que su tío Juan Bernardino estaba enfermo, Ella ya estaba con él... Curándolo.

* Antes de que el nuevo pueblo de México le pidiera a Dios que los salvara de la sangrienta guerra de conquista, La Virgen de Guadalupe ya estaba abrazando a cada uno de sus hijos mexicanos.

¿Tú crees que eres menos para ella?
¿Tú crees que Una Madre así no va a estar contigo en tus problemas y penas?
¿Tú crees que no le encanta compartir tus amores y alegrías?

A ti es al que le dice:
¡No es nada lo que te preocupa y aflige! ¡No temas ninguna enfermedad, sombra o dolor!
¿Acaso no estoy yo aquí… Que soy Tu Madre?  ¿No estas por ventura en mi regazo?

Autor: Guillermo Alvarado Vega



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